sábado, diciembre 19, 2009

The Unending Rose

A los quinientos años de la Hégira
Persia miró desde sus alminares
la invasión de las lanzas del desierto
y Attar de Nishapur miró una rosa
y le dijo con tácita palabra
como el que piensa, no como el que reza:
-Tu vaga esfera está en mi mano. El tiempo
nos encorva a los dos y nos ignora
en esta tarde de un jardín perdido.
Tu leve peso es húmedo en el aire.
La incesante pleamar de tu fragancia
sube a mi vieja cara que declina
pero te sé más lejos que aquel niño
que te entrevió en las láminas de un sueño
o aquí en este jardín, una mañana.
La blancura del sol puede ser tuya
o el oro de la luna o la bermeja
firmeza de la espada en la victoria.
Soy ciego y nada sé, pero preveo
que son más los caminos. Cada cosa
es infinitas cosas. Eres música,
firmamentos, palacios, ríos, ángeles,
rosa profunda, ilimitada, íntima
que el Señor mostrará a mis ojos muertos.

Jorge Luis Borges
La rosa profunda, 1975

martes, noviembre 24, 2009

Los días del venado

Y ocurrió hace tantas Edades que no queda de ella ni el eco del recuerdo del eco del recuerdo. Ningún vestigio sobre estos sucesos ha conseguido permanecer. Y aún cuando pudieran adentrarse en cuevas sepultadas bajo nuevas civilizaciones, nada encontrarían.

Lo que voy a relatar sucedió en un tiempo lejanísimo; cuando los continentes tenían otra forma y los ríos tenían otro curso. Entonces, las horas de las Criaturas pasaban lentas, los Brujos de la Tierra recorrían las montañas Maduinas buscando hierbas salutíferas, y todavía resultaba sencillo ver a los lulus, en las largas noches de las islas del sur, bailando alrededor de sus colas.

He venido a dejar memoria de una grande y terrible batalla. Acaso una de las más grandes y terribles que se libraron contra las fuerzas del Odio Eterno. Y fue cuando una Edad terminaba y otra, funesta, se extendía hasta los últimos refugios.

Liliana Bodoc
La Saga de los Confines.

domingo, noviembre 22, 2009

El tiempo nuestro

Al menos durante un tiempo, breve, pude respirar, pude sentir el abrazo, el sueño compartido. Durante un tiempo, que fue mío y de él, fuimos felices y suspiramos y nos enredamos en ilusiones y esperanzas, (porque de eso vivimos, aunque no lo parezca). Pero el sueño terminó pronto, como suele ocurrir en el baldío de mi vida; como mi felicidad: intermitente, caprichosa, errática.

Y yo sigo siendo Ming I, la luz que se apaga, el resplandor herido que mengua y ya sólo alumbra hastíos.

lunes, noviembre 02, 2009

Nos contaron

...que el “gran amor” sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años.

No nos contaron que el amor no es accionado ni llega en un momento determinado.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos a la otra mitad: no nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía es más agradable.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual...que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene un nombre: anulación, y que sólo siendo individuos con personalidad propia podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados.

Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y que los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

Ah, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto: cada uno lo tendrá que descubrir por su cuenta.

Y entonces, cuando estés “enamorado de tí mismo", podrás ser feliz y te enamorarás de alguien.

Vivimos en un mundo en donde nos escondemos para hacer el amor, aunque la violencia se practica a plena luz del día.

John Lennon

viernes, octubre 16, 2009

Domestícame

Entonces apareció el zorro:
—¡Buenos días! —dijo el zorro.
—¡Buenos días! —respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vio nada.
—Estoy aquí, bajo el manzano —dijo la voz.
—¿Quién eres tú? —preguntó el principito—. ¡Qué bonito eres!
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, ¡estoy tan triste!
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—, no estoy domesticado.
—¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero después de una breve reflexión, añadió:
—¿Qué significa "domesticar"?
—Tú no eres de aquí —dijo el zorro— ¿qué buscas?
—Busco a los hombres —le respondió el principito—. ¿Qué significa "domesticar"?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían
gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? —volvió a preguntar el
principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito
igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha
domesticado...
—Es posible —concedió el zorro—, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.
—¡Oh, no es en la Tierra! —exclamó el principito.
El zorro pareció intrigado:
—¿En otro planeta?
—Sí.
—¿Hay cazadores en ese planeta?
—No.
—¡Qué interesante! ¿Y gallinas?
—No.
—Nada es perfecto —suspiró el zorro.
Y después volviendo a su idea:
—Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se
parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
—Por favor... domestícame —le dijo.
—Bien quisiera —le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y
conocer muchas cosas.
—Sólo se conocen bien las cosas que se domestican —dijo el zorro—. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
—¿Qué debo hacer? —preguntó el principito.
—Debes tener mucha paciencia —respondió el zorro—. Te sentarás al principio un poco lejos de
mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...
El principito volvió al día siguiente.
—Hubiera sido mejor —dijo el zorro— que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las
cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.
—¿Qué es un rito? —inquirió el principito.
—Es también algo demasiado olvidado —dijo el zorro—. Es lo que hace que un día no se
parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.
De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:
—¡Ah! —dijo el zorro—, lloraré.
—Tuya es la culpa —le dijo el principito—, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te
domestique...
—Ciertamente —dijo el zorro.
—¡Y vas a llorar!, —dijo él principito.
—¡Seguro!
—No ganas nada.
—Gano —dijo el zorro— he ganado a causa del color del trigo.
Y luego añadió:
—Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme
adiós y yo te regalaré un secreto.
El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:
—No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han
domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo. Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:
—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea
podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
Y volvió con el zorro.
—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón
se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.
—Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado.

miércoles, septiembre 30, 2009

Fallen Angels

Sparkling angel
I believe You were my savior in my time of need.
Blinded by faith I couldn't hear All the whispers, the warnings so clear.
I see the angels, I'll lead them to your door.
There's no escape now, No mercy no more.
No remorse cause I still remember
The smile when you tore me apart.

You took my heart,
Deceived me right from the start.
You showed me dreams,
I wished they'd turn into real.
You broke a promise and made me realize.
It was all just a lie.
Sparkling angel, I couldn't see
Your dark intentions, your feelings for me.
Fallen angel, tell me why?
What is the reason, the thorn in your eye?
I see the angels, I'll lead them to your door
There's no escape now
No mercy no more
No remorse cause I still remember
The smile when you tore me apart
You took my heart, Deceived me right from the start.
You showed me dreams, I wished they'd turn into real.
You broke a promise and made me realize.
It was all just a lie.
Could have been forever.
Now we have reached the end.

This world may have failed you,
It doesn't give you reason why.
You could have chosen a different path in life.
The smile when you tore me apart.
You took my heart,
Deceived me right from the start.
You showed me dreams,
I wished they'd turn into real.
You broke a promise and made me realize.
It was all just a lie.
Could have been forever.
Now we have reached the end.

lunes, septiembre 21, 2009

Vision of Paradise

Don't tell me when
Something is beautiful
And don't tell me how to
Talk to my friends
Just tell me the names of
The stars in the sky
What's your favourite song
Tell me the names of the
Lovers you had
Before I came along
Don't put your arms around me
And don't hold me tight
'Cause I could get used to
Your vision of paradise
And don't ask me where
All of the pain goes
'Cause you make me feel
That I don't know myself
You say that you want me forever
And I say that love is no crime
So tell me the names of the children
We'll have at the end of the line
So don't put your arms around me
And don't hold me tight
'Cause I could get used to
Your vision of paradise
And don't let me near the garden
Of earthly delights
'Cause I could get used to
Your vision of paradise

Just use your heart not your head
While I fall apart in my bed
I find myself aching for you
I feel myself breaking in two
So don't tell me when I should
Come on home
There might be a time you don't
Want me around
Don't build your world around me
And don't hold me tight
'Cause I could get used to
Your vision of paradise
Mick Jagger

miércoles, septiembre 16, 2009

Cuando el diablo venció a dios

En la secta cristiana de Marheb, al norte de Irak, cuentan que el diablo era el más lindo e inteligente de los ángeles de dios. Estaba al mando de todos los ejércitos celestiales y vigilaba la creación de dios con admiración y envidia.

Como favorito de dios, a menudo conversaba con él y se atrevía, incluso, a ponerlo a prueba. Los debates entre uno y otro se escuchaban por todo el cielo y las miríadas de ángeles se arremolinaban alrededor de ambos para escucharlos. Lucifer -cuyo nombre significa portador de luz - subía cada vez más el tono y el nivel de sus afrentas. Secretamente, dios veía con temor estos desafíos, pues algunos ángeles también habían empezado a mirar con simpatía y hasta con admiración la exquisita inteligencia de Lucifer.

Un día se planteó el desafío final: Lucifer desafió a dios a demostrar su omnipotencia creando una piedra tan pesada, que ni siquiera dios mismo pudiera levantar. La afrenta tenía sus implicancias, ya que no había forma de que dios saliera del entuerto.

Entonces se desató la furia de dios y Lucifer y sus secuaces fueron expulsados del cielo. Al frente de los ejércitos celestiales quedó el arcángel Gabriel y Lucifer pasó a ser Satanás, el opositor, el ángel caído que creó su propio reino en los infiernos.

Así, no fue por soberbia que el diablo fue expulsado del cielo, sino por por haber puesto en evidencia a dios. Y desde entonces, los que conocemos la historia, escribimos "dios" con minúscula.

domingo, agosto 30, 2009

El oráculo

Un antiguo rey aqueo estaba por iniciar la guerra contra sus vecinos jonios, pero antes de lanzarse a tal empresa decidió consultar al oráculo. Envió, pues, a su esposa con la siguiente pregunta: "¿Triunfaré o moriré en la guerra que estoy por comenzar?".

Los sacerdotes consultaron a la pitonisa y dieron la respuesta del oráculo, por escrito, a la esposa del rey. Decía así: "Irás vencerás nunca en batalla morirás". Convencido de que los astros estaban a su favor, el rey inició la guerra a la mañana siguiente, con estas palabras: "Ya ves mujer, los dioses están conmigo, la victoria está asegurada".

En la primera batalla, el rey, que iba al frente de sus hombres, fue ensartado por una lanza enemiga, levantado por el aire y arrojado al medio de las hordas enemigas. Desmoralizado por tan indigna y sorpresiva muerte, su ejército se batió en retirada. Muchos murieron. La guerra había terminado.

Enterada la esposa del rey del desastre, corrió al oráculo para quejarse por las falsa profecía dada. El sacerdote, con calma, tomó el pergamino en donde habían anotado la respuesta de la pitonisa y, añadiendo un par de comas al texto, explicó: "Su majestad ha interpretado erróneamente al oráculo, pues su mensaje era claro como el agua: Irás, vencerás nunca, en batalla morirás".

sábado, agosto 15, 2009

The Lord of the Rings

Three rings for the Elven-kings under the sky,
Seven for the Dwarf-lords in their halls of stone,
Nine for the Mortal Men doomed to die,
One for the Dark Lord on his dark throne,
In the Land of Mordor where the Shadows lie.

One Ring to rule them all, One Ring to find them,
One Ring to bring them all and in the darkness bind them
In the Land of Mordor where the Shadows lie.

Leído por ahí

Do not stand at my grave and weep;
I am not there. I do not sleep.
I am a thousand winds that blow.
I am the diamond glints on snow.
I am the sunlight on ripened grain.
I am the gentle autumn rain.
When you awaken in the morning hush
I am the swift uplifting rush
of quiet birds in circled flight.
I am the soft stars that shine at night.
Do not stand at my grave and cry.
I am not there. I did not die.

jueves, agosto 13, 2009

La vida

Tener verdadero éxito en la vida es: reír mucho y muchas veces; ganar el respeto de personas inteligentes; gozar del cariño de niños; ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; buscar lo mejor en los demás; dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraste; saber que al menos alguien ha vivido mejor gracias a vos.

domingo, julio 19, 2009

“Pasaste de náufrago a financista sin bajarte del bote. Vos, sí, vos, que ya estabas acostumbrado a saber que tu patria era la factoría de alguien y te encontraste con que te hacían el regalo de una patria nueva, y entonces, en vez de dar las gracias por el sobretodo de vicuña, dijiste que había una pelusa en la manga y que vos no lo querías derecho sino cruzado. ¡Pero con el sobretodo te quedaste!. Entonces, ¿qué me vas a contar a mí? ¿A quién le llevás la contra? Antes no te importaba nada y ahora te importa todo.
Y protestás. ¿Y por qué protestás? ¡Ah, no hay té de Ceilán!, eso es tremendo. Mirá qué problema. Leche hay, leche sobra; tus hijos, que alguna vez miraban la nata por turno, ahora pueden irse a la escuela con la vaca puesta. ¡Pero no hay té de Ceilán! Y, según vos, no se puede vivir sin té de Ceilán. Te pasaste la vida tomando mate cocido, pero ahora me planteás un problema de Estado porque no hay té de Ceilán. Claro, ahora la flota es tuya, ahora los teléfonos son tuyos, ahora los ferrocarriles son tuyos, ahora el gas es tuyo, pero..., ¡no hay té de Ceilán!”

Enrique Santos Discépolo
1951

jueves, julio 16, 2009

Parecidos

¿En qué se parecen los liberales y la jerarquía católica?...menos en los ropajes, ¡¡¡en todo!!!.
Veamos:

La Iglesia habla con sentencias. Las mismas constituyen su dogma. No explican nada, hemos de creer en ellas o no. "Jesus resucitò". "Cojer està mal".(menos para los sacerdotes, claro).
Los liberales tambièn lanzan sentencias (y como la biblia hace muchos siglos que se repiten a sì mismos aunque la realidad haya cambiado...), por ejemplo: "el mercado se autorregula".

La iglesia se llena la boca hablando de "la opciòn por los pobres", pero te cobra el casamiento, el bautismo, la vela a San Cayetano, maneja bancos, finanzas, inversiones, joyas, etc....
Los liberales afirman que sus recetas salvan a los pobres del populismo...y eso puede ser cierto. De lo que no los salva es de la recesiòn, de la pobreza, de la desnutriciòn, de la falta de oportunidades, de la desigualdad...

La iglesia en la Argentina apoyò sobre todo el ùltimo golpe militar...Los liberales tambièn, y de la mano de Martinez de Hoz, Alsogaray y tantos otros detruyeron en 30 años lo que quedaba de la industria nacional y de la clase media.

La Iglesia sigue afirmando las mismas leyendas desde hace 2000 años: que el gènesis, que el fin del mundo, que la tierra es el centro del universo, etc...y por mantener esos dogmas persiguiò y matò.Los liberales en nombre de la libertad, del mercado y de la libre empresa (simpre en nombre de palabras bonitas) vacìan paìses y esquilman poblaciones enteras, sòlo para que unos pocos se hagan inmensamente ricos...

La iglesia creò el opus dei...para no sentirse culpable de sus riquezas obscenas...¡y los liberales se afiliaron al opus dei para calmar sus conciencias!!!!¿Más claro?...echàle agua (bendita).Chau.

sábado, julio 04, 2009

Barbijos mentales

Hay en el país una inconmensurable abundancia de estupidez. Los medios y los grandes laboratorios, junto con otras muchas grandes empresas lo saben. El resultado casi inevitable de esta ecuación es la gripe porcina, entre otras tantas histerias. Nunca sabremos si fue creada en laboratorio, como nunca sabremos quiénes mataron a Kennedy, aunque la verdad, muchas veces, se intuye.

He visto gente al borde de un ataque de nervios, sintiendo realmente como si la parca anduviera por la calle a plena luz del día. He visto a imbéciles de toda edad y nivel socioeconómico agotar reservas de alcohol en gel; he visto a estúpidos de toda laya pontificar sobre los peligros del mal porcino y sobre las medidas que se deberían tomar. He visto, por último, a médicos que callan y dicen, como los medios, sólo una parte de la verdad, lo cual es, al fin y al cabo, lo más parecido a la mentira.

Sólo importa actuar, si la tele lo dice, hay que comprar barbijos y gel. Nadie une ideas, nadie razona, nadie investiga un poco más. 44 muertos por deficiencias respiratorias o inmunológicas ponen en alerta máxima a un país. Lástima que no ocurre lo mismo cada año con los 3000 que mueren de gripe común, o las decenas de miles que fallecen por accidentes de tránsito. No hay mente, ni pensamiento, ni espíritu crítico. Es el instinto puro, es el imbécil, el neocavernícola, el summun de la idiotez.

Pero el experimento ya está hecho: ahora sabemos que basta hacer sonar una alarma para que el rebaño salga corriendo a comprar lo que se diga, y se ponga barbijos y enjuague sus manos hasta el hartazgo con gel. En otra ocasión -porque habrá otras, a no dudarlo- serán otros los productos a consumir en la histeria programada.

Pero la estupidez se paga muy cara. Ahí están los yanquis con su adorado Bush. Ahí los alemanes con Hitler y nosotros, con De la Rúa y, más cerquita en el tiempo, los porteños con don Macri, quien, recordemos, vetó la ley que creaba un laboratorio porteño que crearía medicamentos genéricos y que hoy podría estar abasteciendo de gel al rebaño pelotudo.

Pero no se preocupen: cuando los estúpidos se queden en sus casas, dejen de consumir, ahí sí, ya verán, la gripe porcina pasará a la historia. Porque los que mueven los hilos pueden tolerar cualquier cosa, menos que se deje de consumir.

miércoles, junio 17, 2009

Ventaja

La ventaja de la Iglesia es que, aunque a veces no lo parezca, al gestionar lo que está arriba, gobierna lo que está abajo.

Las intermitencias de la muerte
José Saramago

lunes, junio 15, 2009

Ayer me pegaron

Ayer domingo me pegaron.

Me sentí mal, como casi siempre últimamente. Dormí gran parte del día y el resto se alargó en cafés y lecturas. A la noche salí a buscar algo dulce. Tan mal me sentía que tuve vergüenza de entrar en el farmacity de al lado. No pude parar y caminé casi sin sentido. Crucé, dí la vuelta manzana, y cuando ví el Mc Donald's me atreví a entrar. Pedí el menú más grande que ví, para llenar con placebo de afectos el vacío interior.

Cuando me iba, los ví y la imagen me pegó: en los ojos, en el alma. Un hombre en una silla de ruedas especial, inmóvil. Otro le daba de comer una hamburguesa en la boca. Valientes ambos para estar ahí, frente a la mirada de todos. Valientes de una vida que yo intuí sin sentido, ambos lo eran, me dije. O acaso cobardes de la muerte que no se animan.

Yo soy indigno de ambos pareceres. En ese momento sólo me sentí indigno de sentirme mal.

¿Por qué esa imagen ahí, justo delante mío, en ese momento preciso?, ¿por qué ese golpe a mi propio dolor?. No importa. No me duró mucho. El vacío de adentro es capaz de consumir esa escena y mil millones más.

Motivos

Quisiera encontrar una razón, un motivo
para morir,
porque ya no encuentro ninguno
para vivir.

viernes, mayo 08, 2009

Llantos callejeros

Hoy vi a una chica llorando.

Iba por la calle, tapándose las lágrimas, como si llorar fuera una vergüenza. Era joven, adolescente. Me pregunto por qué me llama o nos llama tanto la atención cuando alguien llora en público. ¿Acaso no sabemos lo que es llorar?; el dolor, ¿debe ser siempre un acto privado?.

Hace un tiempo ví también una nenita de unos tres años o menos, caminando por una peatonal con su mamá al lado. La chiquita llevaba dos inmensos (para ella) paquetes de pochoclos y deambulaba con toda la dificultad que supone a esa edad caminar. De repente una de las bolsas de pochoclos se lo volcó y la mitad del contenido se desparramó sobre la peatonal. La chiquita no terminó de sorprenderse que la mamá le gritó y le sacó violentamente la bolsa y media que le quedaba y comenzó a caminar, dejándola atrás.

Pude ver la cara de la nenita. A la sorpresa de los pochoclos derramados, se le sumó el injusto enojo de la mamá. Se puso a llorar y nada me pareció más triste que esa enanita de la vida, sola, llorando en medio de una multitud de gigantes que, indiferentes a su alrededor, no querían entender su tristeza.