miércoles, septiembre 16, 2009

Cuando el diablo venció a dios

En la secta cristiana de Marheb, al norte de Irak, cuentan que el diablo era el más lindo e inteligente de los ángeles de dios. Estaba al mando de todos los ejércitos celestiales y vigilaba la creación de dios con admiración y envidia.

Como favorito de dios, a menudo conversaba con él y se atrevía, incluso, a ponerlo a prueba. Los debates entre uno y otro se escuchaban por todo el cielo y las miríadas de ángeles se arremolinaban alrededor de ambos para escucharlos. Lucifer -cuyo nombre significa portador de luz - subía cada vez más el tono y el nivel de sus afrentas. Secretamente, dios veía con temor estos desafíos, pues algunos ángeles también habían empezado a mirar con simpatía y hasta con admiración la exquisita inteligencia de Lucifer.

Un día se planteó el desafío final: Lucifer desafió a dios a demostrar su omnipotencia creando una piedra tan pesada, que ni siquiera dios mismo pudiera levantar. La afrenta tenía sus implicancias, ya que no había forma de que dios saliera del entuerto.

Entonces se desató la furia de dios y Lucifer y sus secuaces fueron expulsados del cielo. Al frente de los ejércitos celestiales quedó el arcángel Gabriel y Lucifer pasó a ser Satanás, el opositor, el ángel caído que creó su propio reino en los infiernos.

Así, no fue por soberbia que el diablo fue expulsado del cielo, sino por por haber puesto en evidencia a dios. Y desde entonces, los que conocemos la historia, escribimos "dios" con minúscula.

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