viernes, octubre 19, 2007

Diario Íntimo

Eduardo escrutaba el diario personal de su mujer con parsimonia. Hacía días que lo venía espiando. Cuando comenzó, sólo buscaba dos cosas, como todo hombre casado: qué decía ella de su sexo, y si le metía los cuernos.

Pero en aquellas páginas amarretas no aparecía nada de eso. Día tras día Elisa había ido anotando con precisión suiza todas las tareas de la casa. Tan simple y tan estúpido como eso. Eso, y la caligrafía, que se volvía cada día más errática e ininteligible.

El diario terminaba, obviamente, en la noche del día anterior. Eduardo sintió un escalofrío. Allí, con una letra desquiciada y totalmente desprovista de emotividad se podía leer: "20 gramos de cianuro en el arroz de Edu antes de servirlo.".

No hay comentarios.: