Debajo de mi vestido ardía un campo con flores alegres
como los niños de la medianoche.
El soplo de luz en mis huesos cuando escribo la palabra tierra.
Palabra o presencia seguida por animales perfumados;
triste como sí misma, hermosa como el suicidio;
y que me sobrevuela como una dinastía de soles.
Alejandra Pizarnik
lunes, junio 18, 2012
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